Hay veces en que todo va bien y el mundo parece de color de rosa. Pero hay otras, en que papá y mamá no quieren hacer lo que yo quiero que hagan. Entonces noto el borrón, la mancha, el lamparón, la nube, ¡ la tormenta! Y un color rojo cada vez más intenso acaba por pintarlo todo, y los ojos se me llenan de lágrimas, la voz de gritos y los pies de pataleta.
Un cuento sobre deseos, frustraciones y emociones desbocadas; y sobre la importancia de saber comunicarse y escuchar.