El pequeño Charlie tenía una habilidad
natural para hacer reír a la gente.
Encontró en la interpretación y en el
humor una manera de lidiar con una
infancia difícil en los suburbios de
Londres. Con el tiempo, llamó la atención
de productores de cine en Estados Unidos
y comenzó a hacer películas mudas.
Charlie creó un personaje muy querido,
un melancólico y divertido vagabundo
llamado Charlot. Y se convirtió en uno de
los actores más famosos del mundo.